El Real Decreto 487/2024, publicado recientemente en España, así como su posterior corrección o modificación el Real Decreto 614/2024, establece medidas estrictas para la prevención y el control de la Legionella en instalaciones susceptibles de propagar esta bacteria. Esta normativa surge como una actualización de las regulaciones previas, en respuesta a la necesidad de minimizar el riesgo de brotes de legionelosis, enfermedad que puede ser grave e incluso fatal en casos vulnerables. Las empresas y organizaciones que gestionen instalaciones de riesgo tienen una gran responsabilidad en cumplir con estas nuevas disposiciones, que abarcan desde la evaluación de riesgos hasta la implementación de protocolos de mantenimiento.
Un aspecto importante y necesario que se ha aclarado en el artículo 2 del citado Real Decreto es que se incluye como responsable no solo al titular, sino también a la persona física o jurídica que tenga a su cargo el contrato de explotación.
A continuación, se detallan las principales responsabilidades que deben asumir los titulares y gestores de instalaciones en el marco del Real Decreto 487/2024:
Evaluación de Riesgos
Las empresas deben realizar evaluaciones de riesgos específicas para detectar las posibles fuentes de Legionella en sus instalaciones. Esta evaluación debe realizarla personal especializado, y debe actualizarse periódicamente para reflejar cualquier cambio en las condiciones de la instalación. La documentación de esta evaluación debe estar siempre disponible y ser exhaustiva, ya que es la base para el desarrollo de los programas de prevención y control. Aparece por tanto la imagen de “Responsable Técnico” de la instalación.
Diseño e Implementación de Programas de Prevención y Control
Tras la evaluación de riesgos, los titulares de instalaciones deben diseñar un programa de prevención y control de legionella adaptado a las características de su entorno. Este programa debe incluir procedimientos específicos de limpieza, desinfección y mantenimiento preventivo. Se exige un alto grado de especificidad en los protocolos, indicando en detalle los procedimientos, la frecuencia de cada acción y los responsables de su ejecución. Estos planes deben estar debidamente documentados y revisados regularmente.
Formación y Capacitación
El Real Decreto establece que todo el personal involucrado en el manejo de instalaciones de riesgo debe recibir formación y capacitación adecuadas en materia de prevención de la Legionella. Esta formación debe actualizarse periódicamente para incluir novedades normativas y técnicas. La capacitación es especialmente importante para aquellos trabajadores que ejecutan tareas de mantenimiento, limpieza y desinfección, quienes necesitan conocer tanto los riesgos como las medidas de mitigación específicas.
Registro Documental y Control
La normativa impone la obligación de llevar un registro detallado de todas las actividades de mantenimiento, desinfección y análisis realizados en la instalación. Este registro debe estar disponible para las inspecciones de las autoridades competentes y contener información precisa sobre las fechas, métodos empleados, resultados de las pruebas y cualquier incidencia que se haya detectado. La rigurosidad documental es esencial para demostrar el cumplimiento ante auditorías y en caso de investigación de brotes.
Responsabilidad en la Subcontratación de Servicios
Cuando los titulares de las instalaciones deleguen tareas de mantenimiento y control a terceros, deben asegurarse de que estas empresas cumplan con las disposiciones del Real Decreto y cuenten con personal cualificado. La responsabilidad final en el cumplimiento sigue recayendo en el titular de la instalación, incluso cuando estos servicios se subcontraten. Por tanto, es vital seleccionar proveedores que cumplan con todos los estándares requeridos y realizar un seguimiento de sus actuaciones.
Revisión y Adaptación Continua
La legislación exige una revisión continua de los protocolos y programas de prevención de legionella para adaptarse a posibles cambios en las instalaciones y a nuevas evidencias científicas. Los titulares de las instalaciones son responsables de que los programas no queden obsoletos y se ajusten a los estándares actuales, lo que implica una vigilancia activa y continua.
Consecuencias del Incumplimiento
El incumplimiento del Real Decreto 487/2024 puede tener consecuencias graves, tanto legales como reputacionales. Las autoridades pueden imponer sanciones económicas significativas y, en caso de brotes de legionelosis, las instalaciones afectadas pueden enfrentar demandas y daños a su imagen. Además, los gestores o responsables podrían enfrentar cargos en caso de negligencia demostrada.
La responsabilidad de cumplir con el Real Decreto 487/2024 recae en gran medida sobre los titulares y gestores de las instalaciones, quienes deben asumir un rol proactivo en la prevención de la legionelosis. El cumplimiento normativo no solo evita sanciones, sino que protege la salud pública, el bienestar de los empleados y la reputación de la organización. Este nuevo marco normativo refuerza la importancia de la gestión responsable de instalaciones en beneficio de toda la comunidad.
En resumen, el Real Decreto 487/2024 no solo exige una serie de medidas de control, sino que convierte la prevención de legionella en una responsabilidad integral, asegurando que cada instalación de riesgo contribuya activamente a la salud pública.