Si nos preguntamos qué es la Legionella, lo primero es que se trata de una bacteria que puede causar una enfermedad conocida como legionelosis. Comúnmente, esta bacteria se encuentra en ambientes acuáticos como ríos, lagos y estanques. Sin embargo, también puede encontrarse en sistemas de agua artificial como:
- Sistemas de agua sanitaria, tanto en las redes de agua fría como caliente.
- Torres de refrigeración o condensadores evaporativos
- Spas o Bañeras de hidromasaje
- Fuentes ornamentales
- Nebulizadores de agua
- Sistemas de agua contraincendios
- Lavaderos de vehículos
- Cualquier otra instalación que utilice agua en su funcionamiento y pueda emitir aerosoles.
Una vez que la Legionella entra en el sistema respiratorio de una persona, puede causar una enfermedad conocida como legionelosis. Esta enfermedad puede presentarse en dos formas:
- La fiebre de Pontiac
- La enfermedad del legionario
La fiebre de Pontiac es una forma más leve de la enfermedad y generalmente se resuelve sin tratamiento. Por otro lado, la enfermedad del legionario puede ser más grave y potencialmente mortal.
¿Cómo se propaga?
El principal motivo de la propagación de la Legionella es la inhalación de pequeñas gotas de agua contaminada con la bacteria. Esto puede suceder al tomar una ducha o respirar el aire cerca de una torre de refrigeración, de un riego por aspersión o una fuente ornamental, entre otros.
En este sentido, la propagación de la Legionella puede originarse mediante una mala gestión del agua. Los sistemas de agua artificiales deben ser monitoreados regularmente para detectar la presencia de la bacteria. Además, los sistemas de agua deben ser limpiados y desinfectados regularmente para prevenir la acumulación de bacterias.
Consejos para prevenir la Legionella
La prevención de la Legionella también implica educar al público sobre los riesgos de la bacteria y cómo prevenir su propagación. Las personas deben ser conscientes de los síntomas de la enfermedad del legionario y buscar atención médica si los experimentan.
Es importante tener en cuenta que la Legionella es una bacteria resistente y puede sobrevivir en ambientes acuáticos y sistemas de agua artificial durante largos períodos de tiempo. Por lo tanto, la prevención de la Legionella es un esfuerzo continuo y requiere una atención constante.
Es esencial mantener una buena higiene en los sistemas de agua, esto implica renovar el agua constantemente y eliminar los depósitos de suciedad y sedimentos. Los sistemas de agua también deben ser desinfectados regularmente utilizando productos químicos o tratamientos térmicos, sistemas físicos o físico-químicos.
Además, es importante realizar un seguimiento regular de la calidad del agua en los sistemas que puedan ser fuentes potenciales de Legionella. Para ello, en Instituto LECO de Formación contamos con el curso de Operaciones Menores en la prevención y control de Legionella.
En resumen, la Legionella es una bacteria que puede causar una enfermedad grave si no se controla adecuadamente. Principalmente, la buena gestión del agua y la educación del público son clave para prevenir la propagación de la bacteria y proteger la salud pública.